Durante el envejecimiento, se pierde volumen a nivel del hueso y del tejido graso que lo recubre. Este es uno de los principales motivos por los que se produce la la flacidez. La zona inferior del rostro, es el primer lugar donde aparecen los signos de este descolgamiento y empieza a desdibujarse el óvalo facial.
Mediante un diagnóstico adecuado, conseguiremos, infiltrando un ácido hialurónico de alta reticulación con gran poder de proyección, dibujar de nuevo ese contorno facial que se ha perdido.
En ocasiones, si estos signos del envejecimiento están muy avanzados, habrá que combinar este tratamiento con una reposición de volumen en el tercio medio facial (tratamiento de pómulos).
Además, aunque todavía no haya aparecido flacidez en el rostro, podemos definir mejor ese arco mandibular que en ocasiones se pierde. Este tratamiento es muy demandado por hombres.
Procedimiento y resultados
El procedimiento es mínimamente invasivo y se realiza en clínica. Es mínimamente doloroso y se realiza con cánula y aguja según las necesidades de cada paciente.
Durante los días posteriores, pueden aparecer hematomas, inflamación y sensación de presión en la zona, que se resolverán sin necesidad de tratamiento.
Los resultados se aprecian desde el primer momento y duran entre 12 y 18 meses, dependiendo de cada caso.