Aumento de
pómulos

En el caso del paciente joven, en el que simplemente queremos resaltar el pómulo porque tenga poco volumen genéticamente, es decir, desde la infancia, el procedimiento es sencillo. Utilizaremos ácido hialurónico de alta reticulación para definirlos mejor, realizando las infiltraciones con aguja o cánula según cada paciente.

En pacientes de edad más madura, en la que ya existen signos de envejecimiento, como flacidez, descolgamiento de estructuras, mirada cansada… el tratamiento es mas complejo. Requiere una valoración y un diagnóstico muy preciso para realizar un plan de tratamiento. En esas pacientes hay una pérdida de volumen importante. Con la edad, perdemos hueso y grasa en la zona facial, y esto hace que las estructuras se descuelguen y aparezca la flacidez. En estos casos hay que realizar un plan de tratamiento que implica toda la zona media de la cara. Se puede realizar en una o varias sesiones en las que utilizaremos distintos tipos de ácidos hialurónicos que se adapten a cada una de las zonas. 

En cualquiera de los dos casos, se puede aplicar anestesia tópica ( en crema) una media hora antes del procedimiento para disminuir el dolor. Los resultados suelen durar de 10 a 18 meses. La durabilidad depende en gran parte  de las características del paciente, de su estado de piel, de su estructura ósea, de los cuidados cosméticos domiciliarios y  de sus hábitos de vida. 

En los días posteriores puede aparecer algún hematoma y una inflamación pasajera que desaparecerán de forma espontánea.